“Su
madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.” (Juan 2:5)
Entre la incontable cantidad de
enseñanzas que se pueden extraer de la Biblia, encontramos de todo. Desde
aquellas que tienen que ver con instrucciones perentorias de parte de Dios para
Su pueblo como la ley, pasando por aquellas que representan bendición o
maldición, hasta las aplicables a la vida cotidiana.
Hoy queremos hablar de una de estas
últimas, y que tiene que ver con una instrucción práctica entregada por María
la madre de Jesús. En el comienzo del ministerio y vida pública del Salvador,
lo encontramos en una boda a la que en principio dijo a su familia que no iría;
pero a la llegó más tarde.
En este evento, hizo uno de las
demostraciones de Poder más significativas de Su ministerio, que apenas comenzaba
y con la que dejó más impresionados a los que le rodeaban.
La transformación del agua en vino y
no en cualquier clase de vino; el maestresala lo exaltó al punto de llamar al
novio a un lado y elogiarlo como lo relata el pasaje.
No obstante, queremos hacer notar algo
que pasa inadvertido y tiene que ver con la instrucción que da María a los que
servían en el banquete. “Haced todo lo que os dijere” dijo ella, y que
interesante sería si nosotros, creyentes e incrédulos hiciéramos caso a esta
instrucción: “Hacer todo”.
No por que viene de María, sino por
que eso es lo que busca Dios, en cada una de las instrucciones que encontramos
en la Biblia. Ella misma fue escogida por el Señor, al tener un corazón obediente, como instrumento para traer a Cristo al mundo.
Cuánta tristeza y frustración se
evitaría en la vida, si se acataran los mandamientos del Señor sin objeción y
con la diligencia, pues estos representan, la diferencia entre la vida y la muerte.
Que Dios nos ayude a cambiar en el día
a día, a ser más receptivos al mensaje claramente escrito en la Biblia y no
sólo a leerla, sino vivirla. No es fácil lograr coherencia entre lo que se dice
y lo que se vive; sería interesante al menos un equilibrio; pero debe ser una
tarea en la que se persevera y se crece permanentemente, para llegar a la
obediencia.
PREGUNTA: Ya está usted haciendo lo
que se le indica?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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