martes, 15 de octubre de 2013

OCUPADOS



“Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Marcos 10:25)
El pasaje citado, nos muestra a un estrato  social que difícilmente llega a los pies del señor Jesucristo. Esto lo afirma la Biblia sobre aquellos que por sus posesiones, comodidades y ocupación para mantenerlas, no creen indispensable la presencia de Dios en su vida cotidiana.
En contraste existen otros que desgastan su día a día para mejorar sus ingresos y lograr un estatus similar a los anteriores; pero que por su desgastante carrera, tampoco dan cabida a Dios en sus vidas. Hay que ganar más!.
Al final de la cadena, encontramos otros en los que su vida se remite a la lucha por lograr lo absolutamente necesario, y de la misma forma no creen que Dios sea la solución a sus problemas.
Si los ricos no  escuchan de Dios, es por que están muy ocupados en cuidar del dios mamón (dinero) o satisfaciendo sus deseos egoístas. Los segundos no abren sus corazones  y entendimiento en su carrera desenfrenada para lograr sus metas y los terceros están tan inmersos en sus limitaciones que se rehúsan a aceptar que hay otra forma de vivir en Dios.
Cualquiera que sea el caso, no se dan cuenta que de nada les va a servir esto, “Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría” (Eclesiastés 2:20); y que  ricos o pobres la prioridad es buscar de Dios.
En los tres casos implica un desacomodarse de sus excesos o falencias y hacer una reingeniería espiritual. Dios ha prometido algo para cada circunstancia y qué difícil es ajustarse a parámetros diferentes a los adquiridos en el mundo.

PREGUNTA: En cuál de estas se encuentra usted?

MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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