“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17)
La
Gran Comisión que dejó el Señor Jesús a sus discípulos es clara y sencilla.
Usted y yo somos parte de la iglesia y nos encarga ser canales y no
contenedores de Su Palabra. Paralelo a esto es muy importante entender que se
nos ha dado una función de atomizador y no la de un balde como algunos quieren
hacerlo.
Cuando
nosotros operamos un atomizador de agua, este esparce una gran cantidad de
gotas minúsculas que se posan en los lugares menos esperados. Pueden viajar por
varios metros por su escaso peso y generan una sensación de frescura donde se
posan; pero cuando lo hacemos como un balde, asustamos, golpeamos y empapamos
de la manera menos adecuada. Al abordar una persona con una gran cantidad de
información o diciéndole que se va a ir al infierno, lo que hacemos es
saturarla de conceptos y con una sensación de molestia.
El
mensaje de hoy es, a servir de atomizadores de la Palabra confiando en que Dios
es Todopoderoso para sacarla adelante. Su propósito se da a través de estas
pequeñas gotas y no al saturar las personas con una casi obligada aceptación de
algo que no entienden.
Es
importante recordar que Dios mismo es quien hace la obra en las personas y no
nosotros. Él es quien inclina el corazón de las personas, da el deseo de escuchar
el mensaje y persuade por Su Palabra y no por palabrería de hombres.
Que
Dios nos ayude a cumplir con esa función de atomizadores sabios, que depositan sus
gotas (Palabras) salvadoras y no a ser tropiezo con un baldado que alejará a
los incrédulos.
PREGUNTA:
Es usted atomizador o balde en la expansión del Evangelio?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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