jueves, 27 de diciembre de 2012

ENEMIGOS



“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44)


En muchos mensajes se exhorta a la oración por los incrédulos, las familias, el país, el gobierno, los pobres y si vamos más lejos, la exhortación va por los que nos persiguen. Muchas veces se entiende esta oración para evitar que nos hagan daño o para que Dios cambie estos corazones; pero esta oración tiene unas implicaciones mucho más de fondo.

Cuando alguien nos persigue, no gusta de nosotros o de nuestra forma de vida en Cristo, el primer problema que se genera para esta persona es con Dios y está pecando primeramente en contra de Él. Estas son las verdaderas implicaciones de sus acciones y Dios no va a pasar por alto ninguna ofensa; venga de quien venga y por supuesto cuando lo hacen en contra de sus hijos.

La Biblia dice: “!!Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (Hebreos 10:31), y de ahí la importancia de orar por perdón para estas personas. Hay un relato muy claro sobre el tema y nos muestra que los amigos de Job lo juzgaron y lo más grave, juzgaron a Dios. Sin embargo el Señor permitió que su siervo orara por ellos para no castigarles tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job” (Job 42:8)

Desafortunadamente la gente incrédula y aún la creyente no ve las verdaderas implicaciones de hacer algo malo en contra del prójimo. Al incrédulo lo vemos sumido en su caos y al creyente en su falta de crecimiento y poca transformación.

PREGUNTA: Ha orado usted por perdón para los que le persiguen?

MEDITELO Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –