martes, 1 de noviembre de 2011

PADRE - HIJO


Posterior al parto, el desarrollo de un bebé está sujeto a cuidados por parte de sus padres. Estudios han dejado ver que el contacto físico y el amor que se le profesa son más importantes aún que el alimento mismo. A este nuevo ser se le puede proveer alimento suficiente; pero si no hay afecto puede morir. En cualquier relación, el contacto permanente es el más importante y no podemos olvidar que la nuestra con Dios, es una relación de Padre a hijo y viceversa.
Para el Creyente es muy importante cultivarla y debe comenzar por apartar un tiempo si es que aún no lo tiene, para la lectura bíblica diaria y desarrollar intimidad con Él. Cómo enterarnos del plan de Dios si no lo conocemos? Desarrollar intimidad con el Padre eterno, de la misma manera como lo hacemos con el terrenal, es algo en lo que el mismo Dios ha hecho énfasis desde el comienzo “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8)
No queda duda de la expectativa del Señor en una relación fluida con sus hijos, sin embargo y lamentablemente, no forma parte de la vida de muchos creyentes. Dios le advierte a Josué y por ende a nosotros, sobre la importancia de meditar en su Palabra, con el fin de obedecerla y ser bendecidos. “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores,………….sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (Salmos 1:1,2) y deja ver un claro resultado de este meditar y apartar tiempo para estar con Él, pues “será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará” (Salmos 1:3)
Es más importante nuestra relación con Él que la misma provisión en el hogar buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). Cuando se habla de provisión en el hogar, el esposo y padre del mismo, en su labor de sacerdote entregada por Dios debe hacerlo en el siguiente orden: Espiritual, emocional, física y por último económica.
Dónde esta la prioridad? Debe estar en lo espiritual como punto de partida en el orden bíblico; pero esto no exime al sacerdote de la provisión material para los suyos “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (Timoteo 5:8) Lo que se quiere mostrar, es la importancia de desarrollar primero una relación con el Padre y el resto será como resultado de la misma “y todas estas cosas os serán añadidas”
Leer, meditar en Su palabra y desarrollar intimidad, debe ser nuestra prioridad en el día a día. Esto nos asegura el conocimiento de Su voluntad, para caminar en comunión con nuestro Padre. La Biblia no es un libro más como muchos hacen ver, es el manual de vida dejado por Dios para su pueblo. Obviamente, la invitación hoy es no sólo a leerla y meditarla, sino a vivirla en nuestra vida personal, familiar, laboral, iglesia y en cada aspecto que comprende nuestro diario vivir. Esto so pena de pasar por unos simples religiosos “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Santiago 1:22)
PREGUNTA: Cuántas veces al día habla usted con su Padre?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –