Si alguna vez se ha preguntado el significado de su vida y lo que pasa a su alrededor, sería muy bueno acudir a alguien, pero no a cualquiera, que por sabio que diga ser no tendrá la respuesta correcta.
Por los últimos años he tenido un compañero de tertulia y oración que me ha sido muy provechoso. Pero más que recibir de él, ha sido la valiosa posibilidad de acompañarlo en sus luchas personales y familiares.
Muchos pueden estar dispuestos a aconsejar, aun sin argumentos, pero no todos están dispuestos a escuchar. Es así como a través de los años de creyente, buscar de Dios se ha establecido como la única y más importante fuente de escucha y el valor agregado del más sabio consejo.
Es sólo que no le buscamos y menos le escuchamos “Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron” (Jeremías 4:22).
Cuando leemos un verso como este, nos encontramos con la disposición 24/7, 365 días al año, de un Dios que escucha y responde con la sabiduría que no podremos encontrar en otra parte.
Es Alguien en quien podemos confiar nuestros más íntimos pensamientos, experiencias, planes y más que esto, exponer nuestros pecados, recibir perdón y agradecer. Nosotros no vemos más delante de nuestra nariz, pero Él tiene el horizonte completo, no sólo de nuestra persona, sino de la humanidad entera.
Estaría usted dispuesto a contar aquello que tiene depositado en lo más profundo de su corazón, bueno o malo?. A quién si se puede saber, a su madre, esposo, hijo, amigo?. Sin juzgar, somos depositarios de mentira, robo, asesinato, difamación, codicia y otras tantas “aberraciones” del mundo.
La Biblia dice en Jeremías que somos hijos ignorantes y no somos entendidos y eso basta para no hacer más preguntas. Que somos sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supimos, y con esto lo dice todo.
El panorama no es alentador y menos esperanzador, y si somos conscientes de esta desgracia, debemos acudir a algo más que un pedazo de carne para que nos ayude a salir de esto.
Ahora quisiera escuchar su propuesta; una amiga, una carrera, un negocio, un postgrado, una maestría o un post doctorado?. Nada, escúchelo bien, nada lo va a sacar de esto “Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24).
Por supuesto que aquí viene la parte espiritual, que no importa si usted la ignora o desconoce, tiene que ver de manera total y directa con su segundo a segundo en esta tierra. Estar sin saber para dónde pegar en la vida, revela una indigencia espiritual total y esto simplemente le está pasando la factura.
La verdad es que la única respuesta a todo esto la tiene la parte A del verso de Romanos que sigue y dice “Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro” (V:25)
REFLEXIÓN: Todo en la vida tiene un principio y para todo y en todo está Cristo!
REFLEXIONAR ES INHERENTE AL SABIO!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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