sábado, 7 de diciembre de 2024

CONTENDER II

 Siguiendo con el tema iniciado en la reflexión anterior, es bueno hacer unas precisiones que colaboran en el entendimiento de esta verdad tan definitiva para la humanidad, y de manera especial para usted amigo lector que no ha creído.

El tiempo presente se conoce en las Escrituras como el “Tiempo de la Gracia de la Iglesia”; pero no la iglesia del pastor Pérez o el hermano Johnson; se trata de la Iglesia universal de Cristo.

Si leemos con cuidado la Palabra, encontraremos que estamos en un periodo en el que ya el Señor debería estar cansado con esta humanidad “…porque toda carne ha corrompido su camino sobre la tierra” (Génesis 6:12,13).

Es de imperativa urgencia que usted se encuentre con Jesús. Como en todo lo que está próximo a venir, hay algo que en este momento retiene el desenlace de la humanidad, y se trata del Espíritu Santo de Dios habitando en cada creyente.

En los tiempos antiguos el Espíritu no estaba en las personas, simplemente hacía presencia en eventos especiales y con un fin concreto de parte del Padre y en personas como Sansón, Gedeón, Moisés y otros.

Y si regresamos al verso del comienzo en el capítulo anterior, y la invitación que se nos hace en Lucas Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36), no estamos lejos de un evento similar al que se vivió en la antigüedad.

Sólo que en esta oportunidad no será por agua como nos lo recuerda la aparición del arco iris, que si usted recuerda, fue puesto por Dios luego del diluvio como señal de que esto no se daría nuevamente.

Las cifras citadas sobre la cantidad de gente que murió en la reflexión anterior, nos dejan ver que este diluvio fue la tragedia más grande que ha vivido la humanidad hasta ahora, y que no es utópico pensar en que nuevamente se pueda dar una de proporciones similares para el fin de esta Dispensación.

Esta vez será por fuego y desde luego tienen que surtirse ciertos eventos previos a esto. Entre estos y el más significativo es el regreso de Cristo a recoger su Iglesia, pero lo que sí es cierto, es que el Señor no va a “contender” más con esta humanidad por siempre.

De otra parte, se viene un juicio total y definitivo para todas y cada una de las almas que han estado, están y estarán en la tierra. Digamos y guardadas las proporciones que el diluvio en tiempos de Noé no es mucho para lo que se viene.

Si a usted le inquietan los huracanes, los tornados, las inundaciones o los volcanes, despierte, porque lo que le espera a la tierra y a todos sus habitantes es espantoso. Esto no es un juego apreciado lector, documéntese y aprenda del tema que nos ha ocupado por miles de años desde la Creación.

REFLEXIÓN: Todo en la vida tiene sus límites, inclusive la paciencia de Dios!

REFLEXIONAR ES INHERENTE AL SABIO!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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