“Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios
y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares,
yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. (Deuteronomio
8:19)
En
la historia encontramos en diversas partes del mundo, una serie de individuos
que llegan a dominar no sólo el rumbo de una nación, sino la mente de su pueblo.
Lo vimos en Europa, Asia, África y lo seguimos encontrando hoy en Latinoamérica
y otras partes del mundo. No es de nuestro interés asumir posturas políticas y sólo
hacemos mención de esto, como parte del tema “…Sabéis
que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de
ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad” (Marcos 10:42)
Será
que Dios no es suficientemente claro en estos versos, para mostrar que no sólo es
censurable la conducta de estos individuos, sino la de los pueblos que los eligen y llegan hasta llegan al extremo de
idolatrarlos?.
Podríamos afirmar que cada pueblo tiene lo que merece, eligiendo a
estos nefastos personajes e ignorando principios básicos de la Biblia “mi pueblo
fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento…” (Isaías 5:13).
Pueblos
que optan por la injusticia y se entregan al pecado con sus acciones; que no
pueden ser bendecidos sino llevados a la escases, la miseria, despojados de su
tierra como en los relatos bíblicos, al convertir en dioses a hombres que terminan
por ser sus propios verdugos.
El
Señor nos invita a sujetarnos a la autoridad como parte de un buen
comportamiento ciudadano y más a los creyentes; pero nunca a aceptar cosas que
vayan en contra de la Palabra o ser partícipes de sus prácticas
aberrantes.
PREGUNTA:
Cree usted que la idolatría se remite sólo a las imágenes?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –