martes, 13 de marzo de 2018

MISERICORDIA Ó...



En la vida espiritual del cristiano ha mediado un elemento  básico y es la misericordia de Dios. Sin ésta no experimentaríamos vida y menos nos llamaríamos hijos de Él; sería como esperar que nuestras faltas y pecados se cubrieran solas o con obras.

La Biblia dice que sus misericordias son nuevas cada mañana y de verdad las experimentamos cuando vemos cómo fallamos constantemente y aún existimos “…porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana(Lamentaciones 3:22,23). 


En el relato hecho por Pablo en Romanos 7, nos hace una perfecta descripción de nuestra incapacidad para vivir alejados del pecado. En este orden de ideas cómo concebir que estemos vivos al final de cada día cuando pecamos de manera diferente y reincidente.

Como creyentes conocemos del tema, pero el incrédulo simplemente lo atribuye a la suerte. En la antigüedad y por cada pecado en el pueblo frente a leyes de Dios en Levítico, el individuo debía ser cortado (muerto) y listo.

Él quiere que nosotros vayamos más allá, que seamos conscientes y busquemos agradarle; pero es algo que sólo logramos conocedores de la verdad bíblica y hace que como creyentes tengamos esperanza y los incrédulos no.

Pensamos que es lastima, pero no, es compasión (Mateo 9:36); Él quiere formar un pueblo y que nosotros también la experimentemos por los perdidos, así como el samaritano la sintió por el moribundo del camino.

Cuando veo una mujer pobre con sus pequeños en la calle pidiendo limosna, tengo que morderme la lengua y darme un golpe en la pierna frente a esta situación. Cómo acabar con la necesidad de muchos sin caer en la explotación a la cual son sometidos.

Esta es una de esas ocasiones en que se experimenta ese sentimiento que va más allá de la lástima y que se parece a la misericordia de Dios. Mirar al que no conoce a Cristo sabiendo que se va al infierno, debe ser una prioridad para nosotros.

Necesitan saber lo que usted y yo sabemos; lo que el hombre rico supo tarde en el relato de Lázaro y el rico. Este es un tiempo de actuar y buscar a los perdidos en la medida en que podamos; no como pastores, evangelistas o misioneros, sino como vecinos, compañeros de trabajo o estudio.

Jesús la experimentó repetidas veces, pensar que nosotros tenemos un panorama similar al ver a tantos perdidos y no hacemos nada.

REFLEXIÓN: Que la vida no  se nos pase sin conocer y sentir la compasión!

REFLEXIÓN QUE  CAMBIA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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