Revisando en el perfil de la familia
de un líder, nos encontramos con que las cosas no son como bíblicamente se
esperan. Cuando se habla de los requisitos para el obispado, una de las
condiciones más importantes es “tener a sus hijos
bajo autoridad”.
Por el contrario suelen ser niños y
jovencitos complicados, que terminan por repudiar ese algo que les ha robado
la atención de sus padres y por aborrecer lo que les ha tocado. No podemos
culpar al Señor por esto, pero si debemos reflexionar
en la forma cómo se asumen las tareas en los ministerios.
En una ocasión y ya lo mencionamos, un
pastor pidió levantar la mano a aquellos que no hubiera atendido en su
congregación ese año; le sorprendió ver que los únicos que lo hicieron fueron su esposa
e hijos.
Tenemos el caso cercano de un pareja que
por años dedicó sus dones a servir en el ministerio de jóvenes. Muy
queridos y reconocidos por la iglesia; pero con el triste resultado de sus
hijos apartados y buscando mundo.
Saber
que ayudaron a muchos a encontrar el camino y los amores de su vida se
perdieron. Dios es claro en sus instrucciones a todo nivel y debemos hacer
uso de Su sabiduría para servirle a Él y no a hombres.
No podemos dedicar nuestro tiempo
a servir a los demás, si no cuidamos de los nuestros. No queremos decir
que Dios no es lo primero en nuestra vida, pero Él mismo nos los entregó como el primer ministerio y el servicio del cristiano comienza en casa.
Un proverbio chino dice: "Es mejor ser amable en casa que quemar incienso en un lugar lejano" y la Biblia es más sabia cuando dice: "…aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia" (1Timoteo 5:4).
Un proverbio chino dice: "Es mejor ser amable en casa que quemar incienso en un lugar lejano" y la Biblia es más sabia cuando dice: "…aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia" (1Timoteo 5:4).
Sé de maestras de escuela dominical,
que dejaron su pasión para enseñar, por esos niños que creen que pueden hacer lo
que les place. Lo complicado no solo está en
que sean así, lo realmente absurdo es que sus padres como líderes y pastores no tienen o no quieren
tener la autoridad sobre ellos.
Qué les estamos enseñando en casa; será que somos capaces de persuadir al entorno,
pero no tenemos credibilidad con los propios o simplemente nuestras vidas no muestran a Cristo “…no sea que habiendo
sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1
Corintios 9:27).
Tiempo de examinar y no a los demás, a las
cifras de la iglesia en miembros o ingresos; es hora de ver al interior de
nuestros hogares y empezar a tener respuestas para Dios cuando pregunte por ellos.
REFLEXIÓN: La tarea dentro de casa no
puede ser inferior a la realizada fuera!
REFLEXIÓN QUE CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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