jueves, 15 de febrero de 2018

LAS VIDAS



Cuando pensamos en lo que ha sido, es y será nuestra vida, tenemos que detenernos y sopesar el propósito de la misma. Podemos hablar de que la vida suya o mía, se divide en etapas que la definen como productiva o no.

Hoy reflexionaremos sobre la vida de un personaje bíblico, que marcó el destino del pueblo hebreo de la mano de Dios. Estamos hablando de Moisés y si estudiamos el texto sagrado, podemos dividirla en tres.

Puede que basados en otros criterios se divida de otra forma, pero por lo que dice la historia podríamos dividirla en: una desde su nacimiento hasta su salida de Egipto, otra su llegada y estadía en la tierra de Madian y por último el regreso a Egipto y a su pueblo hasta la muerte.

Sabemos de su difícil entorno para nacer cuando faraón decretó un genocidio entre los niños hebreos, cómo fue escondido por sus padres, cómo fue rescatado por la hija del mismo faraón y criado en su palacio.

Cuarenta años que describe la Biblia de niño a hombre, educado conforme a la cultura egipcia con todos los privilegios de un príncipe; otros cuarenta haciendo una nueva vida en Madian como un hombre normal, pero sin un propósito específico hasta el llamado de Dios.

Por último otros cuarenta que comienzan con una instrucción precisa de parte de Dios para regresar y comenzar su ministerio que lo llevaría a la liberación del pueblo judío. Es muy importante notar que sólo esta última etapa lo hace un instrumento en las manos del Señor y productivo.

La primera de lujos, la segunda de trabajos y la tercera de grandes proezas en las manos del Dios Viviente. En cuál etapa de su vida está usted?. Piensa usted que lo que hace hoy es de utilidad en la causa de Cristo para salvación, o simplemente está viviendo su Egipto de luchas o lujos que luego dejará.

La vida de algunos hombres de hoy se parece a la de Moisés, una de crecimiento sin Cristo, otra de conocimiento o rechazo de Su voluntad y por último, una en la que eventualmente se llenarán esas expectativas  de servicio con la mirada puesta en la eternidad como lo decía Pablo: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21).


En cuál se encuentra usted?

REFLEXIÓN: La vida cobra sentido cuando servimos a Dios!

REFLEXIÓN QUE  CAMBIA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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