“Y estableceré mi pacto
entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus
generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu
descendencia después de ti.” (Génesis 17:7)
Haciendo un recorrido por la
historia y lo que enseña la Biblia sobre
el pueblo de Dios, encontramos una serie de gentilicios con los que ha estado asociado.
Para comenzar vemos cómo Dios llama a
un varón en especial, le manda que salga de Harán en tierra de Ur de los
caldeos nación pagana, de la casa de su padre y vaya a una tierra que ya le
mostrará.
Le cambia el nombre a Abram a Abraham
y aunque de este no se derivó gentilicio alguno, a este hombre una vez que es apartado
se le llama “Hebreo” por ser descendiente de Heber (Génesis
14:13; 10:21).
Es importante anotar, que toda esta
rama genética apartada dentro de los que sucedieron a Noé y luego del diluvio, se
le llama “semita” hasta hoy, en razón de pertenecer a la línea de Sem hijo de
Noé (Génesis 5:32).
Hasta ahora tenemos dos gentilicios y encontramos
como a un nieto de Abraham llamado Jacob, Dios también le cambia el nombre y le
llama “Israel” (Génesis 5:32); y éste es el nombre
que lleva hasta hoy la nación que desciende Abraham.
Pero hay otro que se destaca hasta el
día de hoy y es el de “Judío”, que se remonta a los tiempos de la provincia de Judea
(Mateo 3:5). Israel se dividió en tiempos del
rey David en dos reinos, y uno de estos adoptó un gentilicio que proviene del
nombre de uno de los doce hijos de Jacob: Judá (Génesis
29:35).
Como verán, son varias las formas de
referirnos a éste pueblo especial dentro del plan de Dios. Estamos viviendo lo
que se llama en la Biblia, “el tiempo de la Gracia de la Iglesia”; tiempo destinado
a dar a conocer el plan de salvación a todos aquellos pueblos diferentes al judío
en la conformación de la iglesia de Cristo; pero tan pronto termine éste
periodo, Dios pondrá toda su atención nuevamente en el pueblo judío para que reconozcan
al Mesías (Jesucristo).
Es fascinante profundizar en todos
estos recovecos históricos y entender los propósitos de Dios para la humanidad;
pero es lamentable el estado de desconocimiento de eventos que marcarán el destino eterno de la misma (Proverbios 2).
Le animamos a escudriñar (investigar)!
PREGUNTA: Qué tanto conoce usted sobre
los planes de Dios?
REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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