martes, 7 de abril de 2015

EL TRICICLO



“Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, O el hijo de hombre, para que lo estimes?” (Salmos 144:3).  “Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?” (Deuteronomio 5:26)

El ser humano es un conjunto de emociones, deseos y caprichos egoístas permanentes y siempre nuevos. Inducidos o inherentes a su naturaleza; pero en constante proceso. Si miramos el ejemplo de un niño en la sociedad occidental, nos encontramos que por determinadas fechas se le condiciona para uno o varios regalos.

A lo largo del año son bombardeados por publicidad que aunque orientada a los adultos, termina siempre por afectarlos a ellos.  Quiénes son si no los padres, los compradores de estas mercancías de las multinacionales, que trabajan todo el año diseñando cosas diferentes con las cuales captar el mercado.

Recuerdo que en mis tiempos y como uno de estos apetecidos regalos estaba el triciclo. Se le esperaba con ansiedad y hasta quitaba el sueño especialmente cuando se acercaba la fecha de entrega.

Llegaba el anhelado regalo, se le contemplaba, se montaba, se limpiaba, la foto reglamentaria y se le volvía a contemplar. Era objeto de cuidados especiales que iban disminuyendo a medida que pasaba el tiempo hasta que terminaba en el patio al sol y al agua.

En este orden de ideas, todos los años se desechan miles de toneladas de triciclos y otros objetos que contaminan, por que han sido reemplazados por otros nuevos deseos. Triste pero así es!

Lo interesante de todo esto es que el adulto no se sustrae de este comportamiento y siempre hay algo que desea y “se quiere regalar”. El computador, el viaje, el celular, la tableta, el carro, la casa y otras tantas opciones. Deseos que una vez que se logran, siempre son reemplazados por algo mejor o más costoso y de hecho esta cultura es el soporte de la estructura económica capitalista: “El consumismo”, hay que consumir para progresar.

Qué pasaría si Dios hiciera lo mismo con nosotros y luego de un tiempo de mimos termináramos en el patio al sol y al agua?. No somos los más leales como para que Él se ocupe de nosotros y menos calificamos como para su salvación en Cristo.

Entonces como dicen los versos citados, qué hace que el Creador considere de esta manera a Su creación?. Sólo el amor de Dios y Su propósito para la misma, que sobrepasa cualquier sentimiento puede hacerlo (1 Juan 4:19). La invitación apreciado lector, a ser gratos por tanto y desmedido amor; a buscarlo a Él como lo más importante de nuestra existencia y no a las cosas del mundo o como a las cosas del mundo; pues si no fuera por Él, no pasaríamos de ser un triciclo más.

PREGUNTA: Ha notado usted su importancia en el plan de Dios?

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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viernes, 3 de abril de 2015

PORQUÉ?



“Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar” (Habacuc 12:14)


Por estos tiempos, en los que vemos tantas congregaciones Cristianas creciendo deberíamos preguntarnos el porqué? Evidentemente algo está  pasando que muchos ignoran; pero no por esto podemos afirmar que  Dios está al margen de estos eventos.


Todo en este universo está fríamente planeado por el Señor y cada situación por cotidiana que parezca está bajo Su control. El tema de hoy nos lleva a una respuesta clara en el verso, y nos indica que como parte del panorama de los últimos tiempos, se dará un “avivamiento” sin precedentes y que buscar la verdad bíblica se convertirá en un propósito para gran parte de la humanidad (Mateo 24:14).


Uno a uno vemos como llegan a Cristo los que han de creer. No importando los escollos; Dios hará Su plan. Es cierto que unos darán fruto al 30, otros al 60 y otros al 100, así como otros ninguno; pero el plan de salvación se dará a conocer a todos y será una elección personal.


Este avivamiento no se podía dar tres o siete siglos atrás, sólo en los tiempos finales como lo describe la Biblia. Muchos se preguntan porqué no llegaron antes a Cristo y haber disfrutado más tiempo de este privilegio; sin embargo los tiempos de Dios son exactos.


Nada se sustrae de Su conocimiento y dice la Palabra que ni un cabello cae de nuestra cabeza sin que Él lo sepa. Es sólo que nuestra finita inteligencia no nos permite concebir a alguien con este grado de perfección.


Juzgamos por lo que vemos y esta falta de sabiduría sólo nos permite ver más acá de nuestra nariz. Como lo hemos dicho en varias oportunidades, es sólo cuestión de creer y obedecer sabiendo que el final está cerca; que estamos viviendo los últimos tiempos y el compartir la salvación en Cristo debe ser una tarea diaria.


Habrán muchos que no creerán; pero que nuestra responsabilidad cese ahí, en el hecho de que no aceptaron lo que les ofrecimos de parte de Dios, y gocémonos como sucede en los cielos cada vez que un pecador se arrepiente (Lucas 15:10).


Nadie sabe la hora ni el día con exactitud; pero las señales bíblicas se están cumpliendo y este crecimiento en el conocimiento del evangelio es tan sólo una de ellas. Que no se diga que nadie les habló! (Marcos 13:3-37)


PREGUNTA: Y usted ya creyó?


REFLEXIONE Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


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