jueves, 1 de enero de 2015

COSAS OBVIAS



“…Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios” (Mateo 21:28-31)

Durante estos meses y luego de las verdades básicas expuestas en reflexión, nos hemos dedicado a exponer cosas obvias en la vida del incrédulo y aún del creyente, que por ser tan parte de la vida diaria no se contemplan como pecado; pero que para Dios si lo son.

El día de hoy trataremos uno que sin considerarse relevante, constituye uno de tantos aspectos que no se ven a simple vista y están en el corazón de la persona.

Bien sabido es que Dios mira por sobre todo las intenciones del corazón y no lo externo. Hay muchas cosas que el hombre hace, que en apariencia son buenas; pero cuál es su verdadera motivación?.

Un creyente puede presentarse como un buen ofrendante para el ministerio y por supuesto delante de los hombres ser un buen cristiano; pero estamos seguros que su opinión cambiaría si usted se entera, que éste sólo lo hace para evitar impuestos a la hora de presentar su declaración de renta (income tax).

En el relato bíblico encontramos un padre dando unas instrucciones precisas a sus hijos; uno responde receptivo y en apariencia obediente mientras el otro se rehúsa a hacerlo; pero luego de reflexionar el que se había negado obedece y el que dijo sí no hace nada.

La lectura es muy clara para nosotros como creyentes, pues para cuántas situaciones claramente expuestas en la Biblia nos mostramos dispuestos; pero terminamos haciendo lo que esta misma censura y repetimos la pregunta: ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del Padre?  .
Está muy bien ofrendar, servir y otras actividades que tienen que ver con la vida de la iglesia; pero cuál es realmente la intención? Si es figurar o recibir algo a cambio,  la retribución de parte de Dios ya está dada.

Alguien dijo que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones y será muy triste verse descalificado de la presencia de Dios en el cielo, por actitudes que parecían sin importancia para usted en la tierra y que sólo estaban orientadas a mostrar algo inexistente.

PREGUNTA: Qué tan exigente es usted con las motivaciones de su corazón?

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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