jueves, 16 de julio de 2015

AMIGOS EN EL MUNDO…



Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.” (1 Juan 3:1)

El tema de hoy tiene que ver con el roll que desempeñan familia y amigos en la vida del cristiano. Cuando una persona llega a los pies de Cristo, debe ser consiente del posible rechazo a experimentar por muchos o todos ellos.

El título que nos inicia en esta reflexión es “Amigos en el mundo, enemigos en Cristo” y está basado en la triste posición que adopta el incrédulo cuando alguien cercano llega a los pies del Señor, pues se empieza un proceso de alejamiento de los que un día fueron los del círculo cercano.

Es natural por que el Espíritu Santo empieza un trabajo de limpieza en el que el nuevo hijo de Dios ya no goza del mundo y sus costumbres. Este es un tiempo en el que como lo hemos dicho antes, el pecado se ha convertido en una forma de vida.

El creyente empieza a ser marginado de los círculos de amigos y familia; todos sufren al principio, pero luego empiezan a entender que esto es lo más positivo que le puede pasar a un creyente.

Es cierto que debemos darnos la oportunidad para compartir nuestra nueva forma de vida y en el espacio adecuado; pero es muy probable el rechazo y hay que estar preparados. Es posible que alguno pueda ser tocado por esa diferencia y quiera saber más; pero esto será un trabajo sólo de Dios en ellos y nosotros apenas un instrumento.

Otra cosa es con las personas nuevas que Dios mismo pone en el camino. El incrédulo simplemente escogerá escuchar o no de esa diferencia, y hay más probabilidades de éxito evangelístico. Lo que tiene que ver con los del círculo íntimo de un día, la regla por lo general será el rechazo pasando a ser apenas conocidos.

Como el verso dice, “el mundo no nos conoce, por que no le conoció a Él”.

REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

¡SI EN ALGO LE HA ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!