jueves, 3 de octubre de 2013

EL MISMO DIOS Y EL MISMO HOMBRE



Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.  Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová……” (1 Reyes 17:1-6)

Como Elías encontramos en la Biblia otros personajes usados por Dios; que se vieron llamados, tratados, formados y probados. El mensaje del verso de hoy es claro y observamos las características tanto del hombre como las de su Creador. Un hombre común llamado por el Dios Todopoderoso, y un hombre con más debilidades que fortalezas; que clamó por Su favor y a través del cual fue mostrada la Su Gloria.

El caso del hombre contemporáneo no está muy lejos de Elías, Gedeón o Eliseo. Somos hombres y mujeres de la misma carne y con las mismas características. Sin embargo como creyentes hoy tenemos las certezas que no tuvo Elías. Tenemos la Palabra de Dios y todo ese bagaje histórico que debería animarnos a hacer más para Él. Tenemos algo que a Elías nadie le dijo; la seguridad de la salvación en el señor Jesucristo, y la ayuda y guía del Espíritu Santo.

Debemos preguntarnos por qué la pobreza de nuestro papel como cristianos en el mundo de hoy?. La cantidad no implica calidad; pero hoy somos muchos más los que seguimos a Cristo, que los que le seguían en ese entonces. La Biblia dice que si tuviéramos la fe del tamaño de una semilla de mostaza, moveríamos montañas.

Elías se limitó a  obedecer y aunque a veces se sintió solo, Dios le cuidó y lo usó para grandes cosas. No existió en su tiempo un testimonio más poderoso, que el de mostrar el poder de Dios en un hombre para detener o llamar la lluvia.

Todo esto para recordarle a usted, que el Dios de Elías y los otros, es el mismo Dios suyo y mío, y que está nuestras manos ver y mostrar o no Su Gloria.


PREGUNTA: Ha visto usted Su Gloria?


MEDITELO Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


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martes, 1 de octubre de 2013

A CREYENTES O INCRÉDULOS



“El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace, El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios (Romanos 14:6)
Es más fácil para usted sentir compasión por un incrédulo frente a su pecado, o por un creyente frente a sus diferencias doctrinales?. El asunto es muy claro en el verso que nos muestra Pablo y deberíamos partir de que cualquiera sea el caso, el creyente no importa su tendencia doctrinal o su posición frente a ciertos asuntos, es nuestro hermano y siempre hace las cosas para Dios.
El incrédulo en su falta de conocimiento sobre la Palabra y a pesar de su pecado; salvo casos específicos, trata de hacer siempre lo mejor. Sin embargo nos encontramos con que frente a una diferencia el creyente toma distancia.
Obviamente si la diferencia implica pecado en el hermano y luego de llamarlo al camino persiste en practicarlo, lo mejor es tenerlo como pagano, sustraerse de su compañía; pero no juzgarlo y menos por una diferencia doctrinal.
En la cultura anglosajona y frente a estas diferencias, su cultura invita frecuentemente a la obediencia, se liman las asperezas y se perdona; pero con el latino es diferente. En la cultura latinoamericana, las diferencias se van a lo personal, se termina en rencor y falta de sanidad espiritual.
Es muy importante la obediencia con Dios en este punto, pues lo único que logra es, romper la fluidez de nuestra relación con Él. Pensar en que todos los creyentes somos hijos de un mismo Dios, lavados con la misma sangre de Cristo y en consecuencia miembros de la misma familia.
En toda familia siempre habrán diferencias; pero no por estas van a dejar de ser familia.

PREGUNTA: Se ha sentido alguna vez marginado por su posición doctrinal?

 MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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