jueves, 5 de septiembre de 2013

LIMPIEZA



“Tendrás un lugar fuera del campamento adonde salgas;  tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento;  porque Jehová tu Dios anda en medio de tu campamento,…para que él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti” (Deuteronomio 23:12-14)
Caminaba el domingo anterior frente a un local en el que funciona un templo cristiano y con tristeza veía la ausencia total pintura y de escoba en el frente de un lugar en el que se invoca el nombre de Dios. Una pared sucia, excremento de animales, basura en general, y con todo respeto me sentí en la obligación de hacer la observación a uno de los líderes de la puerta.
En el verso de referencia encontramos que Dios no visitaba a su pueblo si había suciedad presente; pero más que en el exterior, qué hay del interior de la iglesia en general?. No es sólo lo que tiene que ver con un edificio, sino con lo más importante que es el templo espiritual.
Se encuentra toda clase pecado y reflexionamos sobre lo que está pasando en la iglesia. Escándalos basados en pecados que van desde la mentira, hipocresía o la falta de amor entre sus miembros, hasta la fornicación y el adulterio.
Claro es que nadie va a burlarse de Dios y aunque lo que ocurre también es bíblico; qué futuro le espera a la iglesia con respecto a esa santidad sin la cual nadie vera a Dios?. Grande temor lo embarga a uno y piensa en esas palabras de Pablo: Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Corintios 10:12)
En lo que tenía que ver con el campamento, Dios mandó solucionarlo con una estaca y hoy se puede hacer con pintura, agua y jabón; pero que va a hacer la iglesia frente al pecado que todos los días se pasea campante a su interior?.

PREGUNTA: Cómo anda su iglesia? 

MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

¡SI EN ALGO LE HA ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!

martes, 3 de septiembre de 2013

CONFRONTAR



Jehová exalta a los humildes, Y humilla a los impíos hasta la tierra” (Salmo 147:6)

Qué difícil es aceptar los errores aún con las evidencias en frente.  Cuando el hombre es confrontado con sus errores, la reacción es a la defensiva y el origen de esto es el orgullo. Siempre que vemos un choque en la calle, la autoridad debe intervenir ante la no aceptación de la culpa por alguno de los involucrados.

Es nuestra tarea buscar un corazón dispuesto para aceptar nuestros defectos, faltas y pecados. Alguien decía que cuando una persona aprende a reírse de si misma, ha ganado mucho y es por que está dispuesto a edificarse aún a través de sus defectos.

Dios en su calidad de Padre cuidadoso, nos confronta con nuestras fallas reveladas en pecado y debemos considerar un privilegio, el contar con alguien que se ocupa de nosotros de una manera tan acuciosa.   

No solo nos confronta, no regala el arrepentimiento, perdón y misericordia en nuestro proceso; pero sólo mostrando humildad de parte nuestra, Él puede trabajar y encaminarnos hacia la perfección de corazón que espera.

El día que comencemos a aceptar nuestras equivocaciones y defectos, estaremos a un paso de iniciar una nueva relación con el mundo que nos rodea, y a nada de la voluntad de Dios.


PREGUNTA: Cuál es su reacción ante la confrontación?


MEDITELO Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


¡SI EN ALGO LE HA ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!