“Y manifiestas son las obras de la carne, que
son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes
a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que
los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gálatas
5:19-21)
En la Biblia encontramos estos
comportamientos, que deben ser reemplazados por frutos espirituales “el fruto del Espíritu es amor, gozo,
paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas
5:22). Son parte de la naturaleza caída que traemos al nacer y sólo comenzamos a rechazarlos cuando nacemos de nuevo en Cristo y por la intervención del Espíritu Santo.
El versículo relata algunos con los
que se ha convivido tanto en el mundo, que son tan naturales como comer o
respirar y hasta han perdido su contexto de pecado. Cada día somos más
permisivos y aunque no sean exactamente los descritos en Gálatas 5, los que nosotros
practicamos en la vida diaria no distan mucho de estos.
Es tan grave el asunto que estas
conductas ya son aceptadas y hasta exaltadas socialmente; y las leyes cada día se
acomodan más a ellas sin tener en cuenta
lo que dice Dios sobre el tema. La sociedad de hoy está tan corrompida tolerando
el adulterio, el aborto, la corrupción y otras, que no tiene autoridad moral para
rechazar la homosexualidad.
Queremos invitarlo a cambiar las actitudes
condenables de su vida cotidiana, en algo agradable a Dios. Por ejemplo podría reorientar
el rencor al prójimo, por un rechazo hacia el pecado que el
Señor condena. La codicia hacia lo
material, en una sana ambición, pero por conocer más la Biblia. Algo tan dañino como
los celos, en un celo santo por la practicar la voluntad de Dios “Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre”
(Gálatas 4:18).
No suena muy ortodoxo; pero si estamos
tan acostumbrados a hacer lo que no agrada a Dios, por qué no reorientar estas prácticas
y sacar algo bueno de lo malo?
PREGUNTA: Ya pensó, por dónde puede
comenzar usted?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –