“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es
posible” (Mateo 9:23)
En
un mundo basado en lo relativo y sin seguridades sobre nada, es bien complicado
emplear el término “Creer”. La palabra del hombre ya no tiene valor, la mentira
pulula por donde vamos y se cree la mentira antes que la verdad.
Los
absolutos se han venido desvirtuando paulatinamente, al punto de que hoy la
gente pone su confianza en cualquier cosa, antes que en aquello en lo que debe
tenerla. Los absolutos de Dios nunca han dejado de estar vigentes y aunque es
cierto que se han tergiversado, también es cierto que todo esto es producto de
una decisión del hombre al aceptarlos o rechazarlos.
Por
su vigencia no pueden negociar con el pecado representado en la mentira, la
fornicación, el adulterio, el asesinato, la corrupción y otras tantas formas de
pecado que nos han llevado hasta lo que vemos hoy.
La
degradación del género humano, sus principios, la sociedad, el planeta y sus
recursos entre otras, no son más que el producto de lo que se ha sembrado a lo
largo de muchos años.
Pero
regresando a nuestra palabra de hoy “creer”, es de vital importancia que
regresemos como dice la Biblia a los rudimentos de nuestra fe y creer, o
fortalecernos en las convicciones que sólo Dios da “Maldito
el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se
aparta de Jehová” (Jeremías 17:5).
Cuando
vino el señor Jesucristo, afirmo que no venía a cambiar la ley dada siglos
atrás a través de Moisés y todas cada una de estas palabras, se siguen
cumpliendo aunque usted no lo crea “El cielo y la
tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35)
PREGUNTA:
Va usted a esperar más tiempo para creer?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –