martes, 28 de mayo de 2013

QUÉ HAY REALMENTE?



“Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre” (Deuteronomio 5:29)


En la vida del Creyente se libra permanentemente una lucha entre la carne y el espíritu. Una pelea que cada una de las partes quiere ganar y esto depende del alimento que se provee. Si estamos entregados al mundo y sus entretenciones, el resultado es obvio; pero si buscamos agradar a Dios en lo que pensamos, hablamos y hacemos el asunto será diferente.

En el verso de referencia, Dios muestra Su ferviente deseo, por bendecirnos y por que tengamos un corazón dispuesto a hacer lo que a Él agrada. No es fácil pues es de ese mismo corazón, de donde manan los malos deseos que dan origen a cualquier clase de pecado.

No sabemos lo que habita en nuestro corazón; tal vez sepamos lo que queremos en este preciso instante; pero el único que sabe lo que haremos mañana, en un mes o en un año es el Señor y está presto a ayudarnos   Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma” (Deuteronomio 4:29)

De ahí la importancia de depender permanentemente de Dios y Su palabra; de atesorarla y vivirla “En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti” (Salmo 119:11): En Su sabiduría y poder es el único que nos puede ayudar y quién más idóneo para acompañarnos en nuestra debilidad?. No imaginamos la cantidad de pecado oculto en nosotros, debemos pedir perdón aún por lo que ignoramos y buscarle para defendernos de nosotros mismos.


PREGUNTA: Sabe usted si va a hacer el bien o el mal mañana?.


 MEDITELO Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –