“Entonces, vuelto el
Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había
dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces” (Lucas 22:61)
Ha
pensado alguna vez cómo se sintió Pedro cuando el Señor lo miró luego de negarle
tres veces?. Como un miserable traidor y por eso lloró amargamente. Es
inevitable fallar delante de Dios y lo vemos no una, sino muchas veces en
nuestra vida. Cuántas veces hemos negado al Señor con lo que hacemos, decimos o
pensamos en el último mes?.
Habremos
tenido el valor de mostrarlo frente a los incrédulos o nuestros detractores?. Sin
embargo Dios nos perdona si nos arrepentimos, nos restaura y nos sigue
entrenando para que en la próxima oportunidad no le fallemos. Él confía!
Desafortunadamente
no es esta nuestra respuesta frente a los errores de los que nos rodean. Nos es
más fácil ver el punto negro en la hoja blanca que la blancura de la misma.
Cuál es el grado de respuesta frente a la ofensa o la falta del prójimo y de
nuestro núcleo familiar?
La
Biblia dice al Creyente: “Hijitos míos, estas cosas
os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1Juan 2:1), y quienes somos nosotros para
retener el perdón frente a cualquier falta?. La exhortación de hoy es a
estimular lo bueno y ocuparnos menos de ver lo malo; a brindar un abrazo y no
una critica, a elogiar en el Señor los logros y apoyar en los desaciertos.
Que
la misericordia de que hemos sido objeto, nos permita la compasión sin caer en
el campo de la permisividad. Que exaltemos lo bueno sin admitir lo que no
agrada a Dios y que nuestra imperfección nos haga depender más de Él.
PREGUNTA:
Cuál es su actitud frente al que le falla?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –