Alguna vez
ha considerado, que usted es un adicto?. A través de las noticias, el vecino, los amigos
y aún en nuestras mismas familias encontramos por lo menos una adicción. Existen muchas, la droga, el alcohol, el tabaquismo, el sexo, el trabajo, la pornografía
entre otras y todas con un factor igualmente destructivo para el hombre.
Pero qué
pasaría si le digo que hay una adicción que encierra a las mencionadas y las
que faltan? Podría usted decir cuál es, y si esta le afecta a en su vida
diaria?. Tal vez si, pero queremos contarle, que es tan antigua como la
humanidad. No es algo producto del desarrollo actual o la falta de principios
que impera en nuestra sociedad.
Esta
adicción la encontramos en la Biblia y se la describe con tanta sencillez y en
tan repetidas ocasiones que a veces no la advertimos. Cuando Adán cayó
en pecado, se abrió la puerta a muchas cosas. El asunto no paró en la
desobediencia a Dios y aunque esto fue el factor detonante, todo esto tendría
implicaciones para el futuro de la humanidad.
Estamos
hablando del “Pecado”. El pecado no es un factor ajeno a nosotros, es algo con
lo que nos hemos acostumbrado a convivir de manera tan cotidiana como el respirar.
Las cosas de acuerdo al diseño perfecto de Dios eran totalmente diferentes;
pero el hombre pervirtió esta condición y hasta la misma tierra que no tenía
culpa cayó en maldición.
Abramos
cualquier parte de la Biblia y veamos nuestra condición con respecto al pecado“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del
corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5). Podemos esperar prueba más
palpable de nuestra adicción al pecado?
No vayamos tan lejos y hagamos un autoexamen. Acaso no fluye en usted y en mi la mentira, el engaño, los malos
pensamientos y otras cositas? Es por esto que el apóstol Pablo inspirado por
Dios lo define tan magistralmente “Porque no hago el bien
que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya
no lo hago yo, sino el pecado que
mora en mí“(Romanos 7:19,20)
Solo con estas citas bíblicas,
tenemos para diagnosticar nuestra condición de adictos a la más importante de todas: “El Pecado”. Adicción significa esclavitud; pero no por esto, vamos
a quedarnos ahí. Para toda adicción, siempre hay una solución, lo que debemos hacer
es buscar el remedio adecuado y Dios ha hecho esa provisión para nosotros también.
Esta provisión fue hecha y está
disponible para usted y para mí en el hijo de Dios, en el señor Jesucristo. El
señor Jesús es nuestro gran médico y como todo un conocedor del tema lo aborda
así: “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel
que hace pecado, esclavo es del pecado” (Juan 8:34)
No se logra salir de una
drogadicción, alcoholismo o del pecado mismo con medios convencionales. La
ciencia y sus diferentes ramas, son sólo una herramienta dada por Dios; pero si
queremos ser sanados realmente, la única solución válida es el señor Jesús, el
Hijo de Dios “Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres”
(Juan 8:36)
PREGUNTA: Quiere usted seguir siendo
esclavo de su adicción?
MEDITELO
Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –