jueves, 20 de septiembre de 2012

EL CUIDADO DEL VECINO



“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Mateo 7:12)

Este importante principio dejado por el señor Jesús, debería ser parte de nuestro diario desempeño en la casa, el colegio, el trabajo o en la calle. Cómo tratamos a los demás? El ser humano está acostumbrado a una reacción frente a una acción y aunque el mundo funcione así, esto no quiere decir que los hijos de Dios hagamos lo mismo y menos cuando tenemos una gran cantidad de principios que nos hablan del cuidado por el de al lado:
No hablarás contra tu prójimo” (Éxodo 20:16), No codiciarás la casa de tu prójimo, la mujer, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo (Éxodo 20:17), “No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás” (Levítico 19:13), “No atentarás contra la vida de tu prójimo” (Levítico 19:16), “no engañe ninguno a su prójimo” (Levítico 25:17), No dirás falso testimonio contra tu prójimo” (Deuteronomio 5:20), No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle” (Proverbios 3:28)
Será que hace falta recurrir a más citas bíblicas, para entenderlo?. Sin embargo, Dios conciente de nuestra imperfección, nos da entre otras, una herramienta para cuando se dan estos casos: La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1). Esta es una solución; pero no quiere que nos quedemos ahí, el Señor nos dice que: “El justo sirve de guía a su prójimo” (Proverbios 12:26), que podemos traer sobre nosotros mal cuando lo hacemos a otros: Maldito el que redujere el límite de su prójimo” (Deuteronomio 27:17) y que debemos hacer lo que dice el segundo mandamiento: amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová” (Levítico 19:18).
Pero como a Dios no le gusta quedarse corto en nada de lo que hace, Él quiere que realmente mostremos la diferencia: “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Marcos 5:43-45).
PREGUNTA: Alguna vez contemplo estas citas con su vecino?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –