Como parte de lo que representa la vida del Creyente, debemos contemplar cuál es el alcance de nuestro cambio en muchas áreas. Una de estas es, si nuestro desprendimiento de las cosas materiales logra cubrir las necesidades del que está a nuestro lado.
Muchas veces y aún como creyentes, no logramos entender que las cosas que poseemos no son nuestras y que lo que Dios nos provee debe emplearse en las necesidades propias y si es factible en las de los demás “fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos” (3 Juan 1:5)
Que fácil es hablar de nuestras necesidades cubiertas, que estamos bien y comenzamos inclusive a dilapidar estos recursos teniendo al pariente, amigo y hasta hermano de la iglesia en necesidad “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.” (1 Timoteo 6:8)
Habremos superado realmente esa posición del hombre sin Dios o seguimos siendo los mismos egoístas pero con el nombre de Cristianos? De esos que sólo se remiten a dar una palmadita en el hombro y despedir al que esta en necesidad con la falsa promesa de orar por ellos “Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.” (Romanos 14:13) Promesa que nos pasa de ser eso, pues cuántas veces lo decimos de labios para fuera; pero en nuestra raquítica relación y escaso tiempo con el Señor, escasamente sólo pedimos por el YO.
Esta es nuestra reflexión para hoy, en la seguridad de haber tocado algo que es muy normal entre aquellos que se llaman hermanos entre si. Habremos de llamarnos hermanos? “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?” (1 Juan 3:17)
Evaluemos nuestro comportamiento, hagamos los correctivos y exhortemos al que así observamos “si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales” (Gálatas 6:1)
PREGUNTA: Es usted de los de la palmadita en el hombro?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
